En 1979 Juan González y Carmen López abrieron un pequeño y acogedor restaurante en el barrio de La Pasadilla en la que su especialidad era la carne de cabra en salsa, la carne de cochino frita, las papas arrugadas con mojo, el queso de la zona y su aclamado pan de millo y matalahúva.
Poco a poco fueron incorporando a la carta carnes autóctonas preparadas a la parrilla de leña, potajes, ensaladas de su propia huerta y postres caseros.
Hoy en día la segunda generación continúa manteniendo esta tradición en sus platos.